En la actualidad, es imprescindible contar con un contrato de arrendamiento, ya que en él se establecen los deberes y derechos del propietario y del inquilino. Este documento legal está repleto de información útil, como por ejemplo, el tiempo que el inquilino puede permanecer en una propiedad determinada, la cantidad de dinero que está obligado a pagar por el alquiler, etc.
Dado que se trata de un contrato legalmente vinculante, es de suma importancia que cada inquilino lo lea detenidamente para comprender todas sus obligaciones y lo que generalmente incluye. Si bien no existen reglas estrictas en cuanto a su extensión y contenido, hay ciertas cláusulas que no se deben omitir.
Si quieres saber cuáles son los más imprescindibles, entonces sólo presta atención a los que a continuación se enumeran.
Los beneficios de la cláusula de fusión
¿Qué se puede decir al respecto? Es decir, un cláusula de fusión Se puede definir como una cláusula que se encuentra comúnmente en diversos contratos. Muestra que el contrato escrito es, de hecho, el contrato completo entre dos partes (con respecto a una transacción en particular) y que cualquier otro contrato entre ellas es reemplazado por el contrato escrito.
Esta es generalmente una cláusula extremadamente beneficiosa y eficiente porque es capaz de reemplazar y negar cualquier contrato previo que se haya realizado entre las partes, con respecto a la transacción cubierta por el acuerdo.
En otras palabras, esta cláusula demuestra que un contrato específico entre dos partes está completo. Cualquier disposición que se haya hecho antes del acuerdo debe incluirse en esta cláusula si desea convertirse en parte del acuerdo.
Pasando a los detalles y condiciones de ocupación
Solo las personas que figuran en el contrato de alquiler están obligadas a pagar el alquiler y a cumplir con diferentes normas y reglamentos. Por eso es fundamental que figuren todas las personas adultas que residen en el hogar, es decir, los compañeros de piso, las parejas, etc.
En esta sección, es necesario enfatizar que solo los inquilinos listados (junto con sus hijos) pueden vivir en la casa que alquilan y que no pueden arrendar su casa a ninguna otra persona.
Al agregar esta cláusula a su contrato de arrendamiento, se protege contra cualquier posible uso no autorizado.
Periodo de arrendamiento
Un contrato de arrendamiento a plazo fijo es aquel que demuestra la cantidad de tiempo que su inquilino va a alquilar el espacio. Puede ser por un par de meses o años, etc. Tan pronto como vence el contrato de alquiler, se debe crear un nuevo contrato que contendrá nuevas fechas, junto con otra información relevante.
Quienes decidan desarrollar un contrato mes a mes deben saber que éste permite a los inquilinos alquilar la vivienda cada mes, sin fijar fecha de finalización. Esto significa que su inquilino puede permanecer en la propiedad durante algunos meses, o quizás un par de años también.
Conclusión
Tener un contrato de arrendamiento es sin duda fundamental porque garantiza que ambas partes estén protegidas en caso de cualquier tipo de malentendido o disputa. Las cláusulas que se mencionaron hoy sin duda deben formar parte de todo contrato de este tipo.