Este artículo es parte de una serie de HRZone que reconoce Semana Nacional de la Inclusión 2024: #ImpactMatters
La historia del rabino Hillel ilustra muy bien la sabiduría de la empatía:
Hace más de dos mil años, un hombre les hizo a los rabinos Hillel y Shamai la misma pregunta: ¿Pueden enseñarme la Torá mientras estoy parado sobre una pierna? (es decir, por supuesto, en muy poco tiempo).
El apasionado e irascible Shammai lo despidió, ya que para él era una pregunta ridícula.
El paciente Hillel, sin embargo, respondió: “Lo que es odioso para ti, no se lo hagas a tu prójimo: esta es toda la Torá, el resto es explicación; ve y aprende”.
Hillel propuso lo que más comúnmente describimos como La Regla de Oro…. Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti, y eso está en el corazón de la empatía. Es la capacidad de ver las necesidades de los demás tan importantes como las propias y actuar en consecuencia.
Balance
En los negocios, no siempre es posible anteponer las necesidades de los demás a las necesidades de la organización. Por mucho que queramos hacer. El liderazgo consiste en equilibrar diferentes prioridades para alcanzar el mejor y más deseado resultado.
Pero cuidar de las personas y de sus necesidades, siempre que sea posible, siempre dará como resultado mejores relaciones, una fuerza laboral más feliz y, por lo tanto, un personal más dedicado que hará un esfuerzo adicional para ayudarlo a alcanzar sus objetivos. En otras palabras, sea lo más inclusivo posible.
Construir una cultura inclusiva en el lugar de trabajo ayudará a crear un entorno donde se valoren las diversas perspectivas. Cuanto más utilicemos habilidades inclusivas, más fomentaremos el sentido de pertenencia.
Si tratamos de aceptar diferencias como la raza, el género, la capacidad y la cultura en lugar de pasarlas por alto o marginarlas, obtendremos lo mejor de las personas. Y, al final del día, de eso se trata el liderazgo exitoso.
Aquí es donde entran las habilidades blandas.
La escucha activa debería ser tu herramienta más importante:
¿Qué piensa realmente la gente?
¿Qué los motiva?
¿En qué son realmente buenos?
¿Cómo aprenden mejor?
Es una habilidad difícil de dominar, ya que hay muchos pensamientos dando vueltas por nuestras cabezas durante una conversación, pero con práctica y reflexión posterior, es posible comenzar a comprender realmente a alguien y comenzar a empatizar con él.
En Pride365, nuestro espíritu es No llames a la gente, invítala a entrar. Vea lo que la gente hace bien y ayúdelos a mejorar cuando sea necesario. Ayúdelos a sentirse incluidos y valorados.
Equilibrar las demandas de la gestión puede resultar complejo.
Necesitamos que nuestros subordinados directos nos respeten y cumplan con sus objetivos, y con mil tareas que completar en un día puede ser difícil tomarse el tiempo para hablar con la gente tanto como nos gustaría.
Pero cuando un empleado siente que ha sido escuchado y puede sentir esa empatía, su trabajo de repente se vuelve más fácil. Porque ahora está en el camino hacia una mejor comprensión y una relación laboral más productiva.
Por lo tanto, intente hacer algunas preguntas más cuando delega y escuche realmente lo que está escuchando. Sólo un par de minutos pueden marcar una gran diferencia en el resultado.