El 10 de septiembre de 2024 se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, con el tema de este año: “Cambiar la narrativa sobre el suicidio”. Es un poderoso recordatorio de que reducir las tasas de suicidio comienza con romper el estigma y fomentar una cultura de apertura en torno a la salud mental, especialmente en el lugar de trabajo.
Por qué es importante la concientización en el lugar de trabajo
El Organización Mundial de la Salud Estima que en una empresa de 1.000 trabajadores, una persona se suicidará cada diez años. Por cada vida perdida, otros 10 a 20 empleados intentarán suicidarse. Estas cifras son alarmantes, pero resaltan una verdad urgente: la salud mental es un problema en el lugar de trabajo y no podemos darnos el lujo de ignorarlo.
Una encuesta reciente realizada por Wysaen el que participaron más de 2.000 empleados del Reino Unido, reveló que 1 de cada 4 trabajadores ha luchado con pensamientos de suicidio o autolesión.
Igualmente preocupante es que el 15% de los encuestados había experimentado que un colega había intentado suicidarse o había perdido la vida durante el último año.
Estas estadísticas pintan un panorama sombrío, que exige acción, especialmente Los empleados más jóvenes se ven cada vez más afectados por la salud mental. los problemas todavía son menos probabilidades de buscar apoyo profesional.
También está bien hacer la pregunta difícil: “¿Te sientes suicida?”
Reconociendo las señales
Detectar los signos de suicidio es un desafío, pero comprender los factores de riesgo puede marcar una diferencia fundamental.
Los hombres, por ejemplo, componen tres cuartos de suicidios en Inglaterra y Gales cada año. Otros grupos de alto riesgo incluyen aquellos enfrentando inseguridad laboral, rupturas de relaciones o duelo reciente.
Los cambios de comportamiento pueden ser sutiles pero reveladores. Los colegas que parecen deprimidos, desesperados o autocríticos, se aíslan o muestran irritabilidad, impulsividad o agresión, pueden estar lanzando gritos silenciosos pidiendo ayuda.
El aumento del consumo de sustancias o una disminución notable en la apariencia personal también pueden ser señales de alerta.
Cómo iniciar la conversación
Hablar sobre el suicidio puede resultar desalentador, pero abordarlo directamente puede salvar vidas. Investigación muestra que hablar abiertamente sobre pensamientos suicidas no aumenta el riesgo; de hecho, puede reducirlo.
Un enfoque tranquilo y sin prejuicios puede brindar el alivio que tanto necesita alguien que está pasando apuros. A veces, simplemente reconocer que un colega no parece ser él mismo puede abrir la puerta a una conversación honesta sobre sus preocupaciones o sentimientos difíciles.
También está bien hacer la pregunta difícil: “¿Te sientes suicida?” Esto ayuda a aclarar la gravedad de la situación y guiar los próximos pasos. La mayoría de las personas que responden “sí” no tienen intenciones suicidas activas, pero pueden estar desesperadas.
Identificar sus ‘factores protectores’ (razones por las que podrían abstenerse de actuar según estos pensamientos, como no querer lastimar a un ser querido) puede ser crucial para brindar apoyo.
Acciones que los empleadores pueden tomar
Aclara tu deber
Los lugares de trabajo tienen la obligación legal y moral de garantizar la salud, la seguridad y el bienestar de sus empleados, abarcando tanto la salud física como la mental.
Esto significa abordar riesgos potenciales como el acoso laboral, las cargas de trabajo excesivas, la falta de supervisión y las prácticas discriminatorias que podrían afectar la salud mental de los empleados.
Afrontar los riesgos
Identificar y abordar las principales fuentes de estrés en su organización demuestra un compromiso para minimizar las amenazas a la salud mental de los empleados.
Una estrategia integral de bienestar que fomente la seguridad psicológica puede ayudar a reducir la probabilidad de intimidación, acoso y apoyo inadecuado, todos los cuales son factores de riesgo relacionados con el suicidio.
Crear una guía clara
Equipe a su equipo con una guía paso a paso sobre qué hacer si un colega expresa pensamientos suicidas. Incluya los datos de contacto de los miembros superiores del personal designados que puedan brindar apoyo y garantizar que nadie se sienta solo al manejar una situación tan crítica. Se debe poder acceder fácilmente a los números de líneas de ayuda pertinentes, como The Samaritans, y a los contactos de servicios de apoyo psicológico internos o externos.
Es crucial reconocer que quienes apoyan a otros también necesitan apoyo para sí mismos.
Facilitar el acceso a la ayuda
Facilite a los empleados conectarse con la atención médica y otros servicios para abordar los desafíos de la vida. Proporcionar recursos como una lista de organizaciones locales que ofrecen apoyo financiero, de salud o de relaciones, y dar tiempo para las citas médicas, son medidas simples pero efectivas.
Las opciones de trabajo flexibles también pueden marcar una diferencia significativa para quienes atraviesan dificultades personales.
Para los empleados que manejan problemas de salud física o mental a largo plazo, cree un plan de apoyo colaborativo, que incluya ajustes razonables continuos, signos de un “brote” o episodio más agudo y el apoyo necesario en esos momentos.
No te olvides de RR.HH. y los gerentes
Los profesionales y gerentes de recursos humanos no son inmunes a las presiones del lugar de trabajo. Un reciente Encuesta de Bienestar Mental de RRHH encontró que el 15% de los encuestados había experimentado pensamientos de autolesión o sentían que estarían mejor muertos en las dos semanas anteriores. Es crucial reconocer que quienes apoyan a otros también necesitan apoyo para sí mismos.
Una responsabilidad colectiva
Crear un ambiente de trabajo solidario y mentalmente saludable es una responsabilidad colectiva.
Al cambiar la narrativa sobre el suicidio y fomentar el diálogo abierto sobre la salud mental, podemos construir lugares de trabajo donde todos se sientan seguros para buscar ayuda y donde se pierdan menos vidas por suicidio.