En los lugares de trabajo modernos, las relaciones difíciles y los conflictos pueden parecer más frecuentes que antes. Cuando tenemos dificultades para relacionarnos con nuestro gerente o con nuestros equipos, el problema central suele ser una comunicación ineficaz y malos hábitos de escucha. Es fácil pensar que la clave es ajustar lo que comunicamos o cómo lo hacemos. Pero ¿y si la verdadera solución es hablar menos?
Escuchar –escuchar genuinamente– puede ser transformador para los líderes y sus organizaciones. Kathryn Mannix, en su libroEscuchar‘, describe escuchar no sólo como una habilidad sino como una práctica de liderazgo transformadora que puede transformar la dinámica y el desempeño del equipo.
El Centro de Liderazgo Creativo descubrió que el liderazgo empático, con la escucha como atributo central, es positivamente relacionado con el desempeño laboralparticularmente entre los mandos medios y superiores.
Otro investigación muestra que cuando conversamos con un “buen” oyente nos sentimos menos ansiosos, más conscientes de nosotros mismos y tenemos mayor claridad sobre nuestras opiniones. Esto, a su vez, nos hace más propensos a compartir nuestras opiniones con los demás.
Los malos oyentes a menudo son ajenos a sus debilidades.
Cuando se les pregunta “¿Estás escuchando?”, la mayoría de los líderes responderían con un empático “¡Por supuesto!”. Podrían señalar las reuniones individuales que tienen con los miembros de su equipo o las reuniones generales que organizan para darles a las personas la oportunidad de compartir sus puntos de vista. Sin embargo, el impacto deseado no siempre coincide con el impacto que siente el equipo. La percepción importa, y si la percepción es que realmente no estamos escuchando, entonces es importante abordar esto.
Escuchar correctamente significa demostrar que valoramos a las personas y sus contribuciones y que nos preocupamos por ellas. Contribuye a la seguridad psicológica y modela los comportamientos que nos gustaría ver en los demás. También existe el beneficio adicional de obtener información valiosa que de otro modo podríamos haber pasado por alto. Adam Kahane, autor de Colaborando con el enemigodice “Escuchar abiertamente nos permite descubrir opciones que aún no son evidentes.”
Cinco barreras para los buenos hábitos de escucha
Las habilidades para escuchar de manera eficaz son la base de una comunicación genuina y generan confianza en las relaciones. Sin embargo, varios hábitos comunes pueden socavar nuestra capacidad para escuchar de manera eficaz:
1. Escuchar con la intención de responder
Stephen R Covey, un conocido autor y hombre de negocios, dijo: “La mayoría “La gente no escucha con la intención de comprender, sino con la intención de responder. Están hablando o preparándose para hablar”.
Cuando nos centramos demasiado en formular nuestra respuesta, disminuimos nuestra capacidad de escuchar realmente y absorber lo que la otra persona está diciendo.
2. Suponiendo que ya sabemos lo que dirán
Es fácil caer en la trampa de escuchar superficialmente, es decir, de escuchar de manera superficial creyendo que ya sabemos lo que la otra persona va a decir. Esta suposición puede hacer que pasemos por alto el verdadero mensaje o matices importantes de la conversación.
3. Evitar lo que no queremos oír
A veces, la autoprotección y la actitud defensiva pueden impedirnos escuchar con atención. Si escuchamos solo parcialmente, podemos evitar interactuar con información que desafía nuestras percepciones o complica nuestras vidas. Pero esto conlleva el riesgo de limitar nuestro propio crecimiento y el desarrollo de nuestras relaciones.
4. El lenguaje corporal que nos delata
El lenguaje corporal y el contacto visual desempeñan un papel importante en la forma en que nos perciben como oyentes. En las videollamadas, mantener el contacto visual es crucial. Mirar hacia otro lado, incluso sin querer, puede indicar falta de interés. En las interacciones en persona, nuestra postura y nuestros gestos también desempeñan un papel fundamental a la hora de transmitir atención.
5. Distracciones digitales
Las notificaciones de correos electrónicos, mensajes y otras plataformas digitales pueden desviar fácilmente nuestra atención. Cuando estamos en una videollamada, la tentación de realizar varias tareas a la vez (como revisar correos electrónicos o navegar en nuestros teléfonos) puede ser fuerte. Sin embargo, esta atención dividida no suele pasar desapercibida y puede restar calidad a la interacción. Incluso en conversaciones cara a cara en las que tenemos que mantener una conversación, Los teléfonos cercanos reducen la calidad percibida de nuestras interacciones y puede hacer que parezca que no estamos escuchando completamente.
Cinco maneras de desarrollar mejores hábitos de escucha
Es importante demostrar visiblemente que estamos escuchando de verdad, especialmente cuando hay mucho en juego. A continuación, le indicamos cómo hacerlo:
1. Escuche atentamente
Si bien esto puede parecer obvio, es más difícil de poner en práctica. En lugar de escuchar con la única intención de responder, evite apresurarse a juzgar y concéntrese en comprender completamente a la otra persona antes de formular su respuesta.
Preste atención no sólo a las palabras (y a lo que no se dice), sino también a las emociones, el lenguaje corporal, el tono de voz y el ritmo del habla: todos ofrecen pistas sobre lo que realmente está sucediendo. Julie Starr El manual del coaching Se describen cuatro niveles de escucha: escucha cosmética, conversacional, activa y profunda. Este marco puede ayudarnos a evaluar la eficacia de nuestro estilo de escucha actual e identificar un camino para mejorar nuestro enfoque.
La científica del comportamiento Erin Eatough describe otra siete tipos de escucha para que lo consideremos.
2. Acostúmbrate al silencio y no interrumpas
Resista la tentación de llenar los silencios o interrumpir. Cuando nos reprimimos, le damos a la otra persona más tiempo para pensar y expresarse plenamente. Si bien esto puede resultar incómodo al principio, es una habilidad valiosa que se debe desarrollar.
3. Demuestra activamente que estás escuchando
Escuchar es un proceso activoNo de forma pasiva. Utilice señales no verbales, como el contacto visual, las expresiones faciales y asentir junto con señales verbales para demostrar que está escuchando.
Resumir lo que se dijo, reflejar el lenguaje corporal y el tono y hacer preguntas relevantes demuestran que estamos escuchando y comprendiendo la perspectiva de la otra persona.
4. Evite realizar múltiples tareas a la vez
Podríamos pensar que podemos realizar múltiples tareas de manera efectiva, pero En realidad no podemos. Concéntrese completamente en la conversación en cuestión.
5. Actúa según lo que se dice
Se podría decir que la forma más eficaz de mejorar la percepción de que nos están escuchando es tomar medidas en función de lo que nos han dicho. Centro de Liderazgo Creativo Descubrieron que las personas se sentían el doble de escuchadas cuando su líder tomaba acción en respuesta a sus aportes.
Reflexiones finales
En los lugares de trabajo actuales, en los que los conflictos y las relaciones difíciles son más comunes que nunca, escuchar de manera eficaz no es solo un detalle: es una necesidad. Escuchar de verdad puede transformar el liderazgo y la dinámica de equipo y crear una cultura de confianza y seguridad psicológica.
Comience su viaje hacia una mejor escucha siguiendo estos dos pasos.
Paso 1: Reflexiona sobre tus hábitos de escucha
Tómate un momento para evaluar con qué frecuencia escuchas de verdad en comparación con la frecuencia con la que te preparas para responder. Identifica un hábito en el que trabajar, como minimizar las interrupciones o concentrarte en el orador.
Paso 2: Solicitar retroalimentación del equipo
Pida comentarios a su equipo sobre cómo se sienten escuchados. Utilice sus aportes para hacer pequeñas mejoras prácticas en su enfoque de escucha.
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